al final se hizo presente
al amanecer
el silencio
me despertó
el silencio grande
y simplemente entró,
desvaneció las separaciones
ahora soy la mesa
humilde,
noble madera en la que como
Soy mi perro y mi gata
Soy un gaucho solitario tomando mate en La Pampa
Soy mi abuela muriendo desangrada en su cama
Soy mi padre abrazado a un árbol, viéndola morir
Siento su cuerpo asustado
Todo el dolor me pertenece
Todo el amor y la paz
Siento
dolor y felicidad ancestrales
y coraje y miedo,
protección y caos,
antigüos, futuros
(pero mi alma asentada en el silencio permanece inmutable)
para no sentir todo eso es que vivimos dormidos
pido que mis aliados se materialicen para guiarme en cada despertar
gracias.
Septiembre 2016, 6 am.
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