Ni el sueño y su pueblo de imágenes rotas, ni el delirio y su espuma profética, ni el amor con sus dientes y uñas nos bastan. Más allá de nosotros, en las fronteras del ser y el estar, una vida más vida nos reclama. Octavio Paz
viernes, 14 de abril de 2017
Montaña 28/04/2016
Estos brazos se levantan de las sombras y abrazan tu insomnio y el insomnio sagrado de la luna. Estos pies a los costados del tiempo, como campanas de un templo, caminan hacia vos.
Vos
que no sos vos
sino un sueño que no recordaba.
Y todo lo recordé en ese instante que echó raíces en mí,
quisiera observarlo crecer
hacia arriba, como todo lo eterno.
Te difuminás en el bosque, plagado de bellos fantasmas
sos la niebla que respiro y me duevuelve
a mí
brillo e infancia luminosa
tu presencia no tiene espejos ni ecos
estás intacto por dentro,
como la montaña.
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