al final se hizo presente
al amanecer
el silencio
me despertó
el silencio grande
y simplemente entró,
desvaneció las separaciones
ahora soy la mesa
humilde,
noble madera en la que como
Soy mi perro y mi gata
Soy un gaucho solitario tomando mate en La Pampa
Soy mi abuela muriendo desangrada en su cama
Soy mi padre abrazado a un árbol, viéndola morir
Siento su cuerpo asustado
Todo el dolor me pertenece
Todo el amor y la paz
Siento
dolor y felicidad ancestrales
y coraje y miedo,
protección y caos,
antigüos, futuros
(pero mi alma asentada en el silencio permanece inmutable)
para no sentir todo eso es que vivimos dormidos
pido que mis aliados se materialicen para guiarme en cada despertar
gracias.
Septiembre 2016, 6 am.
Ni el sueño y su pueblo de imágenes rotas, ni el delirio y su espuma profética, ni el amor con sus dientes y uñas nos bastan. Más allá de nosotros, en las fronteras del ser y el estar, una vida más vida nos reclama. Octavio Paz
domingo, 30 de abril de 2017
viernes, 14 de abril de 2017
Montaña 28/04/2016
Estos brazos se levantan de las sombras y abrazan tu insomnio y el insomnio sagrado de la luna. Estos pies a los costados del tiempo, como campanas de un templo, caminan hacia vos.
Vos
que no sos vos
sino un sueño que no recordaba.
Y todo lo recordé en ese instante que echó raíces en mí,
quisiera observarlo crecer
hacia arriba, como todo lo eterno.
Te difuminás en el bosque, plagado de bellos fantasmas
sos la niebla que respiro y me duevuelve
a mí
brillo e infancia luminosa
tu presencia no tiene espejos ni ecos
estás intacto por dentro,
como la montaña.
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