Y también no estar triste,
no crecer con las fuentes, no doblarse en los sauces.
Ancha es la luz para dos ojos, y el dolor danza
en los pechos que aceptan sin flaqueza sus fríos escarpines.
Y no decirte ni lejana ni perdida
para no darle razón al mar que te retiene.
Y elogiarte en la más perfecta soledad
a la hora que tu nombre es la primera lumbre en mi ventana.
Benditos sean mis ojos
Porque tan alto miraron.
Porque tan alto miraron.
J.C.
- Julio Cortázar, de su libro "Papeles Inesperados" -.
tambien aca existe la belleza
ResponderEliminaren la flor dentro del libro
en un barco en tierra firme
en un sonido en una isla
tu lado de la cama esta frio ,,, de la cabeza hasta los pies,,, pero mas los pies