Ni el sueño y su pueblo de imágenes rotas, ni el delirio y su espuma profética, ni el amor con sus dientes y uñas nos bastan. Más allá de nosotros, en las fronteras del ser y el estar, una vida más vida nos reclama.
Octavio Paz
jueves, 17 de julio de 2014
Esos recuerdos que siguen teniendo la fuerza encantadora, son las llaves de acceso al interior más pleno.
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