jueves, 30 de agosto de 2012

Cuando la luna acaricie mi sal, cuando la noche cansada de lagunas me tire un cienpies, cuando la estrella cansada de brillar me de la mano o el pie y me invite a bailar salsa en sus entrañas, ahi estarás. Porque sos vida y te veo blanco, porque sos rojo y tenés un collar, porque la risa se te clavó en el omóplato izquierdo y porque estoy más adelante, más, más, siempre más; y es mi condena, y es mi don,
y es mi sillón de plumas gastadas el que, para vos, yo no sea más que un manojo de pelos con huesos, piel y palabras.
Y cosas para darte,
y alguna música;
 y algo igual,
y algo diferente.

jueves, 2 de agosto de 2012


que salga, por lo menos (aunque no llegue), el perfume de esta ventana abierta que soy a veces.